La verdad es que es una cuestión muy meditada a diario en todos los centros educativos, pero pese a todo, creo que nuestra boca dice una cosa y nuestra forma de hacer las cosas dice otra. Tngo la sensación de que muy a menudo se nos llena la boca de buenas palabras y buenas intenciones pero pocas veces son las que lo ponemos en practica. Siempre estamos hablando de la importancia de trabajar por competencias, de hacer que nuestro alumnado sea un alumnado criticio capaz de salir a la calle con las destrezas necesarias para seguir aprendiendo y creciendo tanto como persona como profesionalmente. Pero a la hora de la realidad… ¿Cambia algo en nuestra realidad del aula?
Seguimos hablando en las evaluaciones de conocimientos adquiridos y conocimientos evaluados sinte ner en cuenta ningun tipo de destreza o si quiera de distintas inteligencias en nuestro alumnado. Seguimos perdiendo de vista si nuestra actividad docente es la idonea para el alumnado que tenemos delante o por el contrario seguimos haciendo cosas que de nada sirve a nuestro alumnado. Seguimos afrontando las sesiones de evaluación para hablar del alumnado y puntuando conocimientos, no destrezas. Seguimos evaluando cantidad de contenidos vomitados y no competencias de las que tanto hablamos en nuestras programaciones.
Me parece muy bien que existan las sesiones de evaluaciones en las que se hable del alumnado, pero ¿Para cuando sesiones de evaluacion para hablar del profesorado y lo que hacemos en el aula? Quizás no estamos preparados para ser lo suficientemente humildes como para poner en tela de juicio todo lo que hacemos. Quizás no estamos preparados para afrontar que a lo mejor el problema lo tenemos nosotros perpetuando un sistema obsoleto y que de poco vale para una gran parte del alumnado. Quizás no estamos preparados para entender y poner en practica otra forma de hacer las cosas porque quizás asumirlo implica el doble o triple de faena.
Si realmente queremos cambiar las cosas y realmente hablar de favorecer destrezas en lugar de acumular conocimientos deberiamos plantearnos seriamente empezar por evaluar nuestra faena y no esperar a que vengan a evaluarnos desde fuera. Me encantaria que se empezara a poner en practica la entrada sistematica de familiares en las aulas, de compañeros y compañeras que fueran capaces de criticarnos constructivamente lo que estamos haciendo. Me encantaria encontrarme con la oportunidad de que fueramos capaces de escuchar y ver las necesidades reales de nuestro alumnado. Me encantaria que pensaramos en los distintos tipos de inteligencias y afrontaramos como podemos hacer por cambiar nuestra forma de entender la educación y llevarla a la práctica. Me encantaria que pudieramos, conjuntamente, como una verdadera comunidad educativa hacer sesiones de evaluación conjuntas en las que todos pudieramos aprender unos de otros. Me encantaria conseguir centrarme en favorecer las destrezas de mi alumnado y no en conseguir llenarles la cabeza de contenidos en ocasiones absurdos que deben vomitar y olvidar en tres dias. Me encantaria, que el trabajo tan maravilloso que hacemos fuera un trabajo conjunto no de cara a la galeria si no por y para nuestros alumnos y alumnas. Me encantaria que fueramos capaces de dejar atrás egoismos, pereza y odios absurdos para poder trabajar por lo verdaderamente importante, nuestros alumnos y alumnas y sus familias. Me encantaría que entre todos fueramos capaces de favorecer una escuela nueva, una escuela capaz de transformar la realidad en la que está inmersa.
No se realmente cual es la cuestión, pero lo que si se es que si seguimos haciendo sin parar a reflexionar y evaluar nuestro trabajo no vamos a cambiar nada… Y si realmente queremos mejorar, empecemos por ahi, por reflexionar conjuntamente y partiendo de la base de que algo no estamos haciendo bien y ver como podemos mejorarlo. Si pensamos que estamos haciendolo todo bien y que la
culpa no es nuestra… Mal vamos 🙁