Desde hace unos cuantos días, viendo las perlas que nos depara nuestro nuevo ministro de Educación, no puedo dejar de recordar la falacía de la «Cultura del esfuerzo», esa cultura que debemos recuperar en nuestras escuelas para conseguir que nuestro alumnado sea mejor alumno/a y sea capaz de mejorar nuestro índice de fracaso escolar. Y es que al final vamos a lo mismo de siempre, la culpa es y será del alumnado, porque los maestros y maestras, sabemos que lo que hacemos está bien hecho… ¡MENTIRA! Lo siento pero me da mucha rabia cada vez que leo u oigo algo de nuestro amado tertuliando el señor #Wert… #Wergüenza me da estar bajo las decisiones de este sujeto.
Pero lo peor de todo, es que aquí en nuestra comunidad, nuestra lucha por una educación digna y de calidad sigue en marcha, y sigue con las mismas medidas de protesta que hace unos dias, eso si… sin cambios, sin dedicar una pizca más de tiempo para cambiar las cosas. No entiendo que cientos de maestros y maestras, y nuestro querido ministro, sigan recriminando a nuestros alumnos y alumnas que no se esfuerzan, cuando somos los primeros que nos apegamos a la cultura de «Cuanto menos tenga que hacer mejor», y es más, que la mayoría de cosas que hacemos, la hacemos porque nos obligan y nos pagan, porque si no es así, ya hubieramos dejado de hacerlas. Para muestra tan solo deberiamos observar las protestas que se están llevando a cabo. Medidas absurdas en las que se demuestra nuestra cultura del «NO ESFUERZO» esa que tanto criticamos a nuestro alumnado. Cuando llega la hora de plantear un esfuerzo al profesorado, de dedicar unas cuantas horas extras para hacer más fuerza junto a las familias, encerrándonos en la escuela, entonces te das cuenta de que no hay una disposición positivia a hacerlo. Vamos a ver:
¿Va a servir de mucho un encierro al trimestre? ¿Servirá de mucho un encierro en el que las familias y el profesorado se miran las caras? ¿Servirá de algo un encierro para que cada uno se vaya a su aula a adelantar faena para no tener que hacerla otra dia o hacerla en casa? ¿Como es posible que planteemos encerrarnos pero para no dar absolutamente nada más, es decir, como es posible que pensamos que encerrarnos en una escuela puede servir de algo si solo hacemos eso?
Creo que es hora de pensar, es hora de reflexionar y es hora de actuar, pero sobretodo es hora de ver de que somos capaces cada uno y cada una por cambiar la actual situación. Es la hora de que cada uno se plantee que está dispuesto a sacrificar por lograr el bien común. La historia nos demuestra, que el que algo quiere algo le cuesta, si quieres cambiar las cosas, debes de luchar, a pesar de que ello te suponga perder determinadas cosas, de que tu comodidad y tu dia a dia se vea afectado. Si no estamos preparados para luchar y darlo todo a cambio de lograr un cambio profundo, no conseguiremos nada en absoluto. Tenemos familias dispuestas a luchar, dispuestas a sacrificar su tiempo libre junto a sus hijos e hijas para venir al centro, trabajar y reivindicar por una escuela digna y de calidad, pensando en el futuro de sus hijos e hijas y pensando en la situación del profesorado.
Las familias estan dispuestas a todo lo que le pidamos, pero el profesorado, ¿está dispuesto a hacer lo mismo? ¿Si fueran las familias las que pidieran nuestra ayuda, actuariamos del mismo modo? Visto, lo visto, creo que como colectivo, no daríamos ni la mitad de lo que nos estan dando ellos y ellas. Por favor, pensemos en lo que estamos haciendo y como lo estamos haciendo. La lucha continua, pero ello implica que todos demos el máximo de cada uno de nosotros y nosotras. Porque juntos podemos, pero no basandonos en la cultura del NO, NO y NO si no en la cultura del diálogo compartido, democrático, participativo y en la acción en el dia a dia. No vale de absolutamente nada ir amargado a nuestra escuela y transmitir odio y pesimismo a nuestro alumnado. No vale de absolutamente nada estar con una mala cara, agobiado y triste porque así lo único que conseguimos, es hundirnos en la miseria.
Nuestra escuela se hunde, poco a poco, de nosotros depende sacarla a flote, rememos al unísono y en el mismo sentido, y para ellos, debemos dialogar, lo que implica hablar y escuchar en un plano de igualdad, dialogar para aprender, crecer y salir adelante. Yo no estoy dispuesto a ver como se hunde mi escuela, ¿Y TÚ?
#SOSEducación ¡Te necesita, necesita
tu esfuerzo, tu sonrisa y todo tu ánimo!
Sigo reafirmándome en tu valentía a la hora de reflejar tu verdad; creo que expresas muy bien el sentimiento no sólo de algunos docentes y de muchos padres y madres. Hoy mismo algunos padres y madres de la Mediterrànea nos hemos quedado con la duda de saber con exactitud cuál es el «planning» del «encierro». Da la sensación desde fuera que no hay una clarificación de ideas y una meta a conseguir. Sólo hemos oído la voz de la Directora y la tuya propia, quizás un poco obligado a dar la cara por los demás, a pesar de no estar a favor de algunas medidas. No sé, pero da la sensación que algo no cuadra.
Muchos padres y madres apoyamos a Jaume porque nos transmite confianza,generosidad y buenas vibraciones. Del resto, yo en particular no puedo opinar porque de momento no han alzado su voz. ¿Quizás el día del «encierro?
Gracias Jaume de nuevo por tu sinceridad y valentía.
Lidón Castillo.
Sí señor. Las familias están dispuestas a apoyar en todo para que la educación de sus hijos/as se llene de humanidad, que es lo que más falta le hace a las escuelas.
Es un placer leer a Lidón, otro padre que ha sentido la ilusión y ganas de una escuela con mayúsculas y que valora y se moviliza por tod@s los que componemos la comunidad educativa.
Tenéis mucha suerte de tener profesorado comprometido con la educación como lo es Jaume. Seguro que contaminará de buen hacer a gran parte de los que tengan el placer de conocerle.
Un saludo y un abrazo desde Andalucía.
Sinceramente, creo que falta mucha conciencia revolucionaria en ese centro. Porque dudo que un encierro sirva de algo, dudo que protestas los jueves sirva de algo, solo para que desfallezcan las fuerzas y cada vez recibáis menos apoyos de las familias. Cuando le propones a un profesor una huelga indefinida( que realmente es lo que puede hacer daño) y te contesta que no esta dispuesto a perder una semana de su sueldo te desmotiva y mucho. Si el propio profesorado no esta dispuesto a poner toda la carne en el asador, de verdad creéis que las familias van hacer algo? Los primeros que tenéis que cambiar de actitud sois vuestro colectivo, que haya unión en la provincia e incluso en la comunidad, porque mil veces habremos escuchado que la unión hace la fuerza, y eso es una gran verdad. Si vosotros dais los grandes pasos, los demás no tendremos mas remedio que seguiros! De todos modos Tenéis todo mi apoyo en vuestra lucha, aunque me gustaría ver mas pasión por vuestra parte!