Después de seguir interiorizando artículos de #500palabras de purpos/ed [ES], de seguir leyendo experiencias y comentarios de un evento como el #EABE11 y seguir debates sesudos en twitter sobre como se forman las playas, me surge una gran pregunta que me invita a hacer una reflexión en voz alta sin ánimos de molestar a nadie.
Creo, que cada vez tenemos más presente que lo importante para el cambio en educación es cambiarlo. Creo que hasta ahí estamos de acuerdo, lo que no estamos de acuerdo es en COMO, CUANDO, y HACIA DONDE hacerlo. Por el camino lo que más nos preocupa es saber si realmente somos muchos, pocos, más o menos que otros movimientos… cuando realmente el tamaño, sinceramente, creo que no importa. Estoy convencido que seguir dándole vueltas a cuantos somos o cuantos dejamos de ser no soluciona nada. Al igual que tampoco es bueno medir el cambio educativo basándose en maestros y maestras que utilizan las TIC, tienen twitter o publican por Interné lo que hacen, porque simplemente, si vamos leyendo cuales son los verdaderos propósitos de la educación para muchos docentes, simplemente es cuestión de algo más que utilizar las TIC. Con lo que creo que podemos estar muy de acuerdo que el cambio no vendrá de la mano de las TIC, si no de la mano de los ciudadanos. Y con esto me refiero a que también cometemos un serio error cuando planteamos que la transformación de nuestro sistema educativo tan solo depende de los docentes o que sólo son ellos los que están haciendo cosas por cambiar las cosas. Hay miles de personas, que están cambiando a su modo la educación, están vinculados con el sistema educativo, y no son docentes.
Lo que pretendo transmitir, que me está costando, es que no debemos preoucparnos por el tamaño del grupo de gente está haciendo cosas, ya que esto no se puede medir por sencillos motivos. Cada centro, cada barrio, cada ALUMNO y ALUMNA, cada familia, cada docente, somos completamente distintos, todos, no hay ninguno igual, y como tales, las necesidades, las inquietudes y los pasos a seguir son bien distintos, y es por ello que los procesos de cambio e intereses son tan diferentes. Hay cientos de grupos que no tienen presencia en internet que están haciendo cosas maravillosas por cambiar la educación, tanto desde dentro del sistema como desde fuera, que es igual de valiente. Hay muchísimos colectivos como Rosa Sensat, Red IRES, Comunidades de Aprendizaje, Escuelas Amara Berri, Espacios de aprendizaje no llamados escuelas fuera del sistema, colectivos de Educación Libre, colectivos de HomeSchooling… todos ellos y ellas, están haciendo cosas maravillosas a diario por cambiar la escuela, por cambiar la educación y por transformar nuestra sociedad y quizás no los vemos, ni siquiera, sabemos que existen. También hay cientos y miles de profesores y profesoras que desde su propia aula están haciendo cosas espectaculares que desconocemos, cosas tan increibles como fomentar escuelas democráticas y populares, escuelas donde la Democracia se vive en primera persona desde las aulas de infantiles, escuelas donde los agrupamientos basados en niveles de conocimientos, edades o ritmos de aprendizaje no existen, sino que generan espacios estructurados con ambientes relajados y cargados de materiales adaptados a cada edad donde dejan plena libertad al alumnado para crecer y aprender respetando la individualidad y personalidad de cada uno. También quiero decir que hay cientos y miles de profesores que a diario salen de sus aulas preocupados, agobiados, encogidos, y dolidos por que no se ven capaces de cambiar lo que está sucediendo en sus escuelas, dejándose llevar por el agobio, el pesimismo o la dejadez de algunos. Profesores y profesoras terriblemente dolidos por ver como se trata muchísimas veces al alumnado, como si de clientes u objetos de fábrica se tratara, como si fueran meros objetos sin sentimientos y sin una vida detrás que atender, escuchar, valorar y con la que tratar de empatizar. Y así, podría seguir durante muchísimas más palabras.
Pero también es cierto, que hay cientos y miles de maestros y maestras, que les importa un bledo lo que les pase a sus alumnos/as, me da igual cuales son sus motivos, pero es injusto. Hay cientos y miles de profesores que odian a los niños y las niñas, profesores y profesoras que odian a las familias. Profesores y profesoras que han olvidado que tienen el deber de hacer su trabajo lo mejor posible, porque les pagan para ello, para ser profesionales, para formarse de manera autónoma, para seguir aprendiendo cada dia que pasa, para trabajar por y para los niños, niñas y familias, para trabajar adaptándose a la realidad de su centro y no intentando que sea el centro que se adapte a lo que el o ella quiere hacer.
Y si, me da igual, me da igual cual es el tamaño de cada uno de los grupos, lo que me importa, es no olvidar cada dia a los alumnos y alumnas que tengo delante, preocuparme por ellos y ellas, por sus familias, y por lo que sucede cada dia en mi centro. Lo que me importa es ser capaz de poner en duda cada dia lo que pienso y lo que hago, tratando de evaluar cada una las tareas que me planteo, poniendo en duda aquello que puedo llegar a decir o puedo llegar a escribir, poniendo en duda hasta mi existencia y si este es el trabajo de mi vida. Y si para ello utilizo Twitter, el blog, redes sociales, el correo electrónico, los ciclos, los claustros, no utilizo nada, leo libros, veo videos, hago reuniones con las familias, participo en tertulias dialógicas, me voy a la biblioteca, o simplemente veo la tele, me da igual, lo que me importa es no olvidar todo lo anterior, que MI DEBER es intentar cada dia hacer mi trabajo lo mejor posible, por mi, por ellos y ellas, por nuestra sociedad y por la esperanza de construir un mundo mejor.
¿Y como lo puedo hacer? Yo lo tengo claro, con propósitos claros y concisos, a corto plazo, evaluables, compartidos, con esfuerzo, con ilusión, con un punto utópico, cooperando, compartiendo, disfrutando y sobretodo, lo más importante, SONRIENDO. Porque podemos cambiar todo aquello que queramos cambiar, simplemente, debemos olvidar las tonterías que no nos dejan seguir creciendo y seguir una premisa muy sencilla, a UN PROBLEMA, UNA SOLUCIÓN. Es sencillo, ¿Ves problemas en tu escuela? ¡CÁMBIALOS! ¿Y eso como se hace? Eso hay que descubrirlo 😉 Pero mi recomendación: Rodeate virtual o analógicamente de gente maravillosa que ya lo está haciendo, ves a eventos y saraos donde puedas compartir tiempo con esa gente, entusiasmarte de su ilusión y de su presencia y verás como poco a poco, las cosas, como si de magia se tratara, empiezan a cambiar, porque lo más importante para hacer tu trabajo lo mejor posible, es ser FELIZ durante todo el proceso, y para ser FELIZ, no hay nada como compartir, hablar, dialogar, debatir, aprender y disfrutar de Saraos como el #EABE11 🙂
UN TRABAJO INCREIBLE, UN TRABAJO PLAGADO DE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS, UN TRABAJO CAPAZ DE CAMBIAR EL RUMBO DEL MUNDO.
Olé!
Me gusta tu fuerza, tu claridad, tu vocación a la educación… da igual el tamaña, lo importante es que tú trabajes y transmitas, eso hace cambiar y contagia. Encantada de haber compartido conversación.