Son las 12 de la noche y no hay luz en el convento, asi que mejor lo dejo para mañana que con la linterna no se puede escribir muy bien aunque por falta de ganas de escribir todo lo vivido no será.
Ahora si, son las 9 de la mañana, un dia nublado como de costumbre, pero eso si, con frio, aunque pueda parecer mentira. Ayer madrugamos un poco mas que de costumbre y a las 9 de la mañana ya estabamos listos para bajar. Las horas a las que habiamos quedado se fueron retrasando y la verdad, estaba un poco nervioso, tenia muchas ganas de salir de la ciudad y conocer una realidad tan cruel como la que ibamos a conocer. Al final, salimos a las 11:15, dirección KINTELÉ, campo de refugiados Rwandeses.
Las carreteras como siempre, llenas de coches y un tráfico increible, y por esa razón nos costó mucho tiempo llegar a nuestro destino. Finalmente, después de pasar el peaje pudimos visitar la misión de unos franciscanos pero estos no estaban, y por eso, decidimos continuar y no pasar más tiempo visitando este proyecto.
Cuando llegamos, las sensaciones se iban multiplicando, la palabra mas escuchado por parte de los chavales del campo era la de «MUNDELE», (blanco en lingala) y cada vez eran mas los que iban acercandose a ver a esos extraños que acababan de llegar al campo.
Pudimos estar un rato hablando con el jefe del campo de refugiados que nos contó un poco de la historia del campo y de su gente y que iba complementando la experiéncia que nos habia contado Amable. Se hace muy complicado trabajar el valor de la EMPATIA hasta el punto de poder entenderlos, poniendote en su piel. Han pasado por momentos horripilantes, y en los que se encuentran ahora, tampoco dejan de serlos. Las casas son todas de uralita con un tamaño aproximado de 8 metros cuadrados, donde deben de vivir hasta 10 personas. De hecho, pudimos entrar en una de ellas y la imagen que me viene ahora mismo a la cabeza de esa gente, de su casa, y de las condiciones de inmundicia y miseria, me hace pensar que somos realmente muy muy egoistas, cuando no paramos de quejarnos por bobadas, cuando no somos capaces de valorar todo lo que tenemos y lo que es peor, solo pensamos en tener más y más, cuando esta gente tiene que sobrevivir dia a dia, viviendo cada dia como si fuera el último y tratando además, de disfrutarlo.
Me parece mentira como todavía los niños y las niñas eran capaces de sonreir, todos caminado a nuestro lado mientras ibamos visitando el campo. Se portaron realmente bien con nosotros a pesar de que tenian motivos de sobra para estar mal y no lo hicieron.
Comimos allí, y a las 6 de la tarde volviamos a casa con la sensación de que el trabajo que deseamos para nosotros no es más que uno entre millones de problemas, y que además posiblemente no sea el que más lo necesita. A pesar de todo, hablando después con Jac, pensamos una cosa, las cosas deben cambiar muy poco a poco y eso solo es posible con objetivos a corto plazo y un trabajo directo en la zona, si seguimos esperando cambios brutales que vengan desde arriba, la gente se seguira muriendo como se mueren hoy dia.
Me gusta pensar que nosotros debemos ser «como átomos de un cuerpo, este puede cambiar de estado, siempre y cuando estos alteren su posición. A poco a poco, por motivos muy diferentes podemos hacer que unos cuantos átomos empiecen a agitarse, a moverse estrepitosamente con un sentido, a poco a poco, ese movimiento lo van transmitiendo a los que estan a su alrededor. Poco a poco, esa onda se va expandiendo rompiendo con estructuras duras y establecidas llegando finalmente a un cambio en el estado de ese cuerpo»
Solo podemos contagiar a los que tenemos y encontramos en nuestro entorno más cercano, les podemos contagiar el sentimiento de que esto no puede continuar así, que las cosas pueden y deben ser distintas, que no nos podemos quedar parados ignorando todo aquello que no pasa en nuestro entorno más inmediato, girando la vista o apagando la televisión. Es posible… OTRO MUNDO ES POSIBLE.
PD: Os adjunto el documental que conseguimos sobre el campo de refugiados de Kintelé, a pesar de los años, las situación sigue siendo igual de penosa aunque con muchísimos problemas más por la tala de árboles y falta de recursos, si no entendeis el francés… no pasa nada, se entiende mejor de lo que parece.
kintelerip from olmillos on Vimeo.