A la luz de una vela comienzo a escribir este tercer dia, de este maravilloso viaje. La luz del dia la misma que ayer, dia nublado y un poco triste, pero solo en apariencia. Hemos salido a las 9:30 del convento en el que nos encontramos alojados, y nos hemos dirigido a desayunar a la cafeteria «La Mandarina» en el centro de Brazzaville.
Se nota mucho que los ritmos de vida aquí son muy diferentes, 1 hora y media para desayunar!!! ;D Después, nos hemos dirigido a un pequeño almacen de fármacos, donde hemos dejado todo el listado de lo que necesitamos para llevarnos a Loukolela. Un médico acabaria de elaborar ese listado. Supongo, que de aquí a unos dias volveremos a por ellos. Después hemos ido a comer a un restaurante Senegalés. El cus-cus, ha sido de los mejores que he probado… Ha sido uno de los momentos más emotivos del dia por el hecho de poder haber escuchado directamente del Padre Amable esas que palabras que tanto me habian marcado antes de hacer el viaje: «Si ellos mueren de hambre, yo moriré de hambre. Si ellos huyen, yo huiré con ellos, y si ellos luchan, yo lucharé con ellos. Estaré aquí mientras ellos quieran que yo esté.»
La verdad, es que escuchar su experiencia de como tuvo que dejarlo todo y huir de su país, dejando familia, amigos y viendo como la gente iba muriendo a su lado, es algo que te pone la piel de gallina. Estas cosas, deben de cambiar i nosotros debemos conseguirlo no olvidando nunca esas palabras. Siempre hay posibilidades y esperanzas para seguir luchando por un mundo más justo y un mundo realmente lleno de felicidad y no de odio. El mundo, lo construimos i lo destruimos nosotros. Creando «redes» de concienciación y acción las cosas podrian llegar a ser diferentes y otro mundo, SI SERIA POSIBLE.
También me ha gustado mucho poder hablar con Amable de la «IGLESIA», de mis sensaciones y de mi situación actual respecto a ella, y la verdad que me ha ayudado a darme cuenta de que muchas veces nos rendimos y dejamos a un lado la esperanza de creer en que realmente otro mundo es posible, y todavía está por construir.
Por la tarde, hemos podido compartir en el convento una rato para hablar sobre LOUKOLELA, de sus proyectos y de las ideas que tiene en mente. Ahora mismo, tengo dos sensaciones muy diferentes, por una parte tengo unas ganas terribles de emprender el viaje hacia LOUKOLELA para conocer esa realidad, pero por otra, tengo ganas de volver a VALENCIA, para poder poner en marcha proyectos e ideas que tengo en mente para poder hacer reales esos procesos de cambio, y como no, con unas ganas terribles también por aprender Francés, ya que la verdad es que las limitaciones para hacerme entender y entenderme son brutales.
Después hemos ido a cenar i la percepción es que Amable estaba un poco triste, no sabemos si por un problema que nos ha contado sobre un proyecto de compra de un camión o porque realmente le estamos cambiando el ritmo de suño y lo estamos cansando. Esta tarde, también hemos aprovechado para la comprar una «radial» y un disco para esta, para poder regalarsela al proyecto de carpintería que tienen en Loukolela. Todo el dinero invertido, realmente merece la pena, estoy seguro.
La noche se acaba como siempre, comentando un poco como ha sido el dia i los sentimientos que tenemos y vivimos cadauno. Muchas ganas de que llegue mañana y continuemos viviendo todo esto que estamos viviendo, observando, escuchando y acompañando.