Llevo dándole vueltas estos dias a todo lo que me esta pasando este año en lo relacionado a mi tarea educativa, a mi centro, a mis alumnos y alumnas, a mi entorno… Son muchas las cosas que van cambiando, pero sobretodo los sentimientos que me invaden cada dia, sentimientos de felicidad e ilusión porque cada dia veo más cerca una educación preocupada realmente por los niños y las niñas que tenemos delante y menos preocupada y encerrada por el sistema social en el que vivimos.
En ocasiones creo que somos los propios profesores y profesoras los que ponemos límites en nuestro dia a dia y en nuestra tarea educativa. No se si es que tenemos miedo a perder el control o dejarnos llevar por todo lo que nuestro alumnado nos puede llegar a hacer sentir, pero es cierto que somos nosotr@s mism@s quienes nos concienciamos de que hay determinados cambios, determinadas estrategias o determinados proyectos que no se pueden realizar. Y claro, si somos nosotros mismos quienes ya nos impedimos ver más allá y avanzar es imposible ampliar los límites que le ponemos a nuestro alumnado. Tengo la sensación en ocasiones que la posibilidad de decisión, de sentir, de interactuar, de dialogar, de compartir entre alumnado-alumnado, alumnado-profesorado, profesorado-familia, es realmente escasa. ¿Cuantas veces realmente facilitamos los espacios y los momentos tan necesarios para compartir lo que cada uno siente? Y no se trata de que cada uno lo haga en su espacio cerrado y alieanado de los demás componentes de la comunidad educativa, centrandolo simplemente en lo que se diga en el Consejo Escolar o en el AMPA… creo que deberiamos romper con estas barreras y estos límites que nos autoimponemos y tratar de mirar un poco más adelante, solo así las realidades que tenemos delante podrian empezar a cambiar.
Por una parte, como ya he dicho, estos límites autoimpuestos me dan auténtico pavor, pero otro lado, tengo una esperanza, una ilusión que viene dada gracias a la eliminación de un primer límite… el de encarcelarme en mi claustro. Con esto me refiero a no entender mi claustro como el conjunto de profesores que trabajamos en la misma escuela, si no realmente comenzar a comprender mi claustro como todo aquel y aquella maestra capaz de compartir una inquietud, una ilusión, una forma de soñar una escuela nueva, un claustro lleno de madres y padres, capaces de sentir realmente y de compartir sus miedos y agobios… un claustro capaz de reunirse a horas intempestivas a pesar de la distancia, del cansancio y de la diferencia horaria… un claustro capaz de compartir todo lo que hace, lo que siente y lo que piensa… un claustro capaz de realmente cada dia hablar de pedagogia (la gran olvidada en los claustros personales encerrados entre 4 paredes…). Son muchas cosas las que me han ayudado durante este año solo quitándome una primera barrera… MI CLAUSTRO.
Animo a todo el mundo a que se pare en su dia a dia y se mire un poco hacia dentro. Seamos capaces de mirarnos y de ver lo que estamos haciendo, valorando realmente si tenemos algun limite autoimpuesto o bien algun miedo que nos permite avanzar y mejorar en nuestro dia a dia. Yo debo decir, que gracias a convertir mi CLAUSTRO PRESENCIAL en un CLAUSTRO VIRTUAL, he pasado de tener la posibilidad de compartir mis inquietudes, mis miedos, mis agobios, mis esperanzas, mis proyectos, mis ilusiones… con 20 personas a poder compartirlo con más de 300 personas, personas que a pesar de la distancia, de la incompatibilidad horaria, de la diferencia de edad, de gustos, de miedos, de idioma… a pesar de todo eso, han sido capaces de hacerme ver que no estamos solos, que estamos consiguiendo algo maravilloso y que siempre hay motivos por lo que sonreir y estar feliz, despertarse cada mañana y ser consciente de que nuestros alumnos y alumnas se merecen algo más, que un maestro o maestra capaz de coger un libro, leerlo, poner los examenes correspondientes y posteriormente «evaluar» en consecuencia la tarea realizada…
Twitter, ahora mismo, es mi CLAUSTRO, de hecho, podria decir como bien dice Jordi_a que mi CLAUSTRO ES EL MUNDO. Son muchas las cosas que soy capaz de soñar y es realmente gracias a tod@s vosotr@s. A veces es dificil dar las gracias a tanta gente, pero me gustaria que por un segundo supieran que les estoy y les estaré eternamente agradecido por demostrarme por una parte que lo que estamos haciendo puede llegar a ser diferente y por otra parte el compartir como comparten todo lo que son y todo lo que hacen por cambiar este mundo en el que vivimos, porque aunque parezca que no, cambiando el sistema educativo en el que nos encontramos… estamos haciendo algo más por el mundo en el que vivimos.
Eliminemos nuestras propias barreras y nuestros límites, y comencemos de cero, rompiendo con todos los temores y los prejuicios, tratando de romper las barreras que imponemos tanto dentro de nuestras aulas como de nuestros centros, hagamos de nuestros centros escolares centros en los que realmente ser libre de participar y soñar juntos. Hay un mundo de posibilidades que no estamos observando ni valorando por los límites que nos imponemos y aquellos que alguna vez dejamos que nos pusieran. Si algo debemos tener claro, es que nadie puede ni debe decirte: NUNCA SERÁS CAPAZ DE REALIZAR LO QUE SUEÑAS. El problema, es que esta misma frase somos quienes la transmitimos a diario en nuestras aulas… hagamos la reflexion y rompamos con estos límites, estos miedos y estas barreras y consigamos realmente una escuela nueva, una escuela abierta, soñadora y emprendedora, una escuela de todos y todas, para todos y todas!!!!