Cierto es que en la actualidad no hay ningún momento que no me encuentre con alguna dificultad a la hora de pensar como llevar mi aula y que hacer, pero es gracias a eso el que cada día trate de repensar todo lo que hago y como lo hago.
Una decisión muy importante fue dejar de pensar en lo que la ley dice que los niños y niñas deben saber y como lo deben aprender y cambiarlo hacia las necesidades reales de los alumnos y alumnas de clase. Partiendo de la idea de respetar los procesos de vida de cada uno de ellos y ellas y intentando siempre que el aprendizaje sea realmente significativo, me metí en marcha pensando que herramientas podría utilizar dentro del aula para conseguir este objetivo.
Las TIC eran y son mis herramientas, y tan solos debía ayudar a los niños y las niñas a utilizarlas según sus necesidades, de tal manera que realmente fueran una herramienta que los ayudara a mejorar sobre todo en el aspecto del lenguaje.
No puedo concebir el aprendizaje de un idioma sin utilizarlo. Hay que partir de las inquietudes y necesidades de cada uno de nuestros alumnos, y eso es lo que nos permiten estas herramientas, ya que muchas veces son ellos y ellas quienes llegan a plantear las posibles actividades que quieren hacer. De hecho, si deben leer textos, cuentos, poemas y cómics en clase, ¿que mejor manera que partir siempre de textos elaborados por los propios compañeros de clase?
Un concepto muy importante que hay que tener en cuenta, es como las TIC consiguen por un lado motivar a nuestro alumnado, y por otra dar sentido al hecho de que todo lo que ellos pueden tener fuera del aula también lo tengan dentro del aula. No tiene sentido en la sociedad en la que vivimos dar la espalda a todo el mundo digital. Vivimos en un mundo 2.0, un mundo con una filosofía de compartir, producir, reciclar, deconstruir, reconstruir, reinventar y adecuarlos a cada una de nuestras necesidades, y eso es lo que pretendemos, dar sentido a su aprendizaje al mismo tiempo que todo lo que hacen sea por un motivo y encima lo puedan compartir con más gente que los propios compañeros de clase, pudiendo saltar asi las barreras de las 4 paredes de clase y llegar a mucha más gente.¡¡¡Eso si que es una motivación increible!!!!
Lo reconozco, mis alumnos y alumnas, no habían leído tanto como cuando quisieron grabar su microcuento. Con esto hemos conseguido que niños y niñas que no sabían leer ni escribir, ahora mismo, sean capaces de elaborar pequeños textos, se mueren por leerlos y sobre todo, se mueren por publicarlos y compartirlos con el resto del mundo.
Participar en Espurn@ es compartir esta filosofía, pero eso si, debemos conseguir que estas actividades determinadas dejen de ser actividades puntuales en clases puntuales y así tratar de que el aprendizaje de un niño o una niña a lo largo de su etapa educativa no esté llena de obstáculos e incongruencias, como la de trabajar en cada etapa de una manera tan y tan diferente.
Y no puedo despedirme sin comentar un elemento fundamental en un aula y que esta realmente funciona y es vital… la parte EMOCIONAL o el QUINTO ELEMENTO (EMOTIONWARE) como diria @fgpaez, cuando un niño o niña, realmente se siente feliz dentro del aula y puede ser él o ella mismos, entonces, conseguiremos que su aprendizaje sea realmente funcional, activo y significativo.
Saludos.