Hace ya algún tiempo, que tengo muy claro que Otra ESCUELA SI ES POSIBLE, y es por ello que trabajo dia a dia por intentarla hacerla realidad. Por ello, gracias a la inestimable ayuda de cientos de compañeros y compañeras que me acompañan dia a dia, hubo un dia en que decidí hablar de la escuela que sueño, la escuela que me gustaría hacer realidad. Cuando soñamos, quizás somos utópicos, pero utópicos desde la motivación de querer hacer realidad esos sueños, y teniendo claro, que sin sueños, no es posible avanzar. No puedo olvidarme de dar las gracias a toda la gente de Utopia y Educación, y en especial a Luis Ibañez por permitirme soñar con ellos y ellas a pesar de no estar presente en su I Retiro.
Aquí os dejo la escuela que sueño, en dos partes, la escuela que sueño a LARGO PLAZO y la escuela que sueño a CORTO PLAZO. No estoy solo en este sueño, este sueño se modifica dia a dia y se va haciendo realidad gracias a las actuaciones únicas y geniales de cientos y cientos de profesores y profesoras a lo largo de todo el estado.
Mi escuela soñada a largo plazo
Sueño con una escuela llena de colores, llena de sonrisas, llena de niños y niñas que disfrutaban todos y cada uno de los minutos del día. Una escuela donde cada uno y cada una es responsable de su propio aprendizaje, pudiendo decidir en cada momento que hacer, como hacerlo, y cuando hacerlo, eso si, respetando unas normas básicas de respeto a los demás y respeto al material. De hecho, en esa escuela también existen los límites, porque sin ellos no puede existir la libertad… ¿O si? Es una escuela abierta a su entorno, donde entran y salen la gente del barrio, donde todos tienen un hueco para colaborar, participar, dialogar, aprender, compartir, soñar… Un lugar donde la creatividad, la ilusión y la pasión es el motor del aprendizaje de cada uno y cada una. Un lugar donde los profesores no se preocupan por enseñar, se preocupan por aprender. Un lugar donde los espacios de diálogo entre profesores, voluntarios, padres, madres, vecinos son abundantes, participativos y todo ello con un funcionamiento democrático 100%. Un lugar donde la asamblea al principio y al final del día es considerada unas de las horas más importantes!!!
Sueño una escuela, donde no existen ni asignaturas, ni horarios, ni grupos, donde eso si, existen multitud de espacios adecuados a las diferentes edades, ritmos, inquietudes e intereses. Llenos de materiales bien estructurados, organizados y cuidados. Materiales creados por toda la comunidad educativa. Ambientes donde las nuevas tecnologías forman parte del día a día tanto de los alumnos como del resto de la comunidad educativa. Una escuela en la que la naturaleza está presente y se siente, se quiere, se valora y se cuida. Una escuela donde los espacios abiertos para el juego son increíbles, llenos de columpios, estructuras creadas y estructuras por crear, lleno de arena, agua y barro. Sueño una escuela, donde los profesores son felices y no cuentan las horas que faltan para acabar el día o los días que faltan para acabar la semana. No existe el… ya es miércoles!
Sueño una escuela donde las reuniones están llenas de emoción y propuestas, llenas de colorido y proyectos sin fin. Una escuela, donde todo es posible y todos quieren luchar por ello. Una escuela donde todos y cada uno de los que la forman, están convencidos, que cada uno y cada una aprenden a pesar de todo. Sin curriculum, sin exámenes, sin libros de texto… Y los niños y las niñas… SABIAN LEER Y ESCRIBIR!!! Una escuela donde el arte tiene un preciado lugar, donde escuchar música, aprender música, pintar, esculpir, garabatear, hacer teatro, utilizar marionetas, dramatizar… todo tiene sentido, porque todo ello, va a ser escuchado y valorado como se merece. Una escuela capaz de cambiar el entorno en el que se encuentra, donde la gente del barrio se siente importante, se siente valorada y encuentra su sitio… dejan de ser personajes invisibles para tomar el protagonismo que se merecen, el de construir una escuela nueva, capaz de transformar un mundo nuevo.
La escuela que yo sueño quizás hoy no exista… pero estoy convencido, que vamos por el buen camino, y que si somos capaces de pararnos a reflexionar, dialogar, compartir, quitarnos los miedos, pasar a la acción y mirar hacia delante… OTRA ESCUELA ES POSIBLE!!!
Mi escuela soñada a corto plazo:
Sueño que la escuela en la que trabajo pare de hacer lo que está haciendo, que decida poner freno a la rutina y la dejadez. Sueño que mi escuela decida decir BASTA YA a seguir por el mismo camino por el que vamos, que sea capaz de quitarse los miedos de encima, que sea capaz de buscar y generar espacios abiertos de diálogo a lo largo del curso que nos permitan crecer juntos, reflexionar sobre nuestra tarea diaria y emprender acciones concretas que empiecen por cambiar nuestro sistema. Pero también sueño que esto no puede pasar sin abrir nuestras mentes, sin cambiar el xip y sin tener en cuenta a todos y cada uno de los agentes que intervienen en la escuela, y eso requiere un esfuerzo, un gran esfuerzo por nuestra parte de incluir a las familias, el alumnado y la gente del barrio en estos espacios. Sueño que eso es posible y que va a llegar muy pronto. No podemos seguir encerrados en nuestra burbuja alejando a las familias de lo que realmente les importa.
Sueño que seremos una escuela capaz de reflexionar conjuntamente, capaz de ser positivos y fijarnos en los procesos, no en el resultado, aprovechando cada una de las oportunidades que nos ofrece esta reflexión conjunta, aprendiendo todos y todas de todos y todas, donde la democratización y la participación de la escuela se haga visible. Y sueño que este proceso va a ser motivado por el profesorado y su actitud positiva y pasional de cambiar la educación que nos rodea. Sueño con que todo el profesorado de mi escuela tenga la capacidad de sacrificarse algo por su escuela, que la sienta como realmente suya y no como un simple lugar donde cumplir con un horario de trabajo. Sueño con que el profesorado empiece a valorar lo que hace, a valorar la suerte de poder acompañar a su alumnado en el proceso tan maravilloso de aprender y crecer juntos. Sueño que las puertas de mi escuela estarán abiertas todo el día, que los horarios inflexibles y las aulas cerradas cambiaran por espacios abiertos y motivadores, donde las emociones y los sentimientos tienen un lugar privilegiado y donde los contenidos infumables se aparcan un poco. Sueño con que cada alumno y cada alumna pueda ser realmente el protagonista de su propio aprendizaje, donde sus motivaciones e inquietudes sean escuchadas y valoradas, donde se respeten sus necesidades y vivencias, donde manipular y experimentar, donde hacer y crear, donde compartir y publicar, donde producir con otros lenguajes, donde las TIC tengan el lugar que se merecen, donde la realidad fuera de la escuela tenga la capacidad de entrar dentro de la escuela. Sueño que la finalidad de nuestro alumnado sea la de crecer, pero la de crecer felices, sintiéndose útiles y dotando de sentido todo aquello que hacen y aprenden. Sueños que las familias tengan la suerte de poder mejorar en el trabajo y económicamente, permitiéndose la suerte de poder compartir con sus hijos e hijas el proceso de enriquecimiento personal, de aprendizaje compartido y de soñar juntos.
Sueño que tendremos la capacidad de reflexionar juntos, de ser capaces de empatizar, de no sentirnos los amos del mundo. Sueño que seremos capaces de poner todo esto en práctica y sueño como todo tipo de grupos humanos, serán capaces de priorizar sus acciones hacia aquellas situaciones más problemáticas. Sueño que grupos como Utopía y Educación no actúan de manera aislada, que no son casos excepcionales, si no que la realidad más normal es la existencia de grupos de personas, no solo maestros y maestra, si no grupos formados por personas con intereses comunes, por ideales dispares, todos ellos diferentes pero con la ilusión de avanzar y mejorar la sociedad en la que se encuentran. Sueño que desde la lejanía, seremos capaces de permanecer unidos, de luchar juntos y de avanzar juntos.
Gracias por permitirme soñar con vosotros y vosotras. Lo mejor de estos sueños, es que son ciencia ficción, es que se pueden hacer realidad si somos capaces de valorar lo importante que es estar unidos, soñar despiertos, sonreír, ser felices y sobretodo poner pasión en todo lo que hacemos. Dejemos de pensar en nosotros mismos, y pensemos más en los demás.
Imagen «TIC Star» de Cesar Poyatos: http://www.flickr.com/photos/cpoyatos/4994431300/