Creo que es tarea de cualquier maestro o maestra el tratar de mejorar cada dia, el poner en duda todo lo que hace y como lo hace, el tratar de autoevaluarse y ver cuales son los errores que va cometiendo a diario, y lo más importante, investigar nuevas estrategias metodologicas, organizativas y pedagógicas con el objetivo de conseguir la mejor educación para su alumnado. Por ello no puedo dejar de pensar dia a dia en como conseguir hacer real una escuela centrada en el alumnado. Una escuela donde mis alumnos y alumnas sean capaces de aprender a pesar de ella. Durante muchos años he estado buscando y buscando, esperando a que por fin pudiera llegar a caer en una de esas escuelas maravillosas que todos conocemos, hasta que llegó el dia en que me dí cuenta. Basta de buscar. Si, si, basta de buscar, es hora de ponerse a la faena. No podía dedicarme a buscar y esperar, debía ayudar a construir la escuela que yo quiero y sueño y por eso…
Sigo buscando, pero no busco lo mismo, No busco la escuela ideal, busco como hacer de mi escuela la escuela ideal.
Busco hacer de mi escuela una escuela donde desde bien pequeñitos se les permita hablar, se les permita jugar y sobretodo se les permita exteriorzar sus emociones, sea cuales sean. Busco construir una escuela donde el aprendizaje sea vivencial y cargado de sentido, donde las rellenar fichas o rellenar un libro de texto sea el dia a dia de ese alumnado. Busco lograr una escuela capaz de aferrarse al dia a dia y no dejarse llevar por unos papeles que dicen lo que deben hacer en cada momento sus alumnos y alumnas sin escuchar cuales son sus necesidades o sus inquietudes. Busco construir una escuela donde leer y escribir sirva para algo, sirva para comunicarse. Una escuela en donde se puedan hacer preguntas, donde se puedan encontrar respuestas. Una escuela donde ellos y ellas mismas puedan ser conscientes de su aprendizaje, puedan y aprendan a decidir cuales creen que deben ser las tareas a realizar en cada momento. Una escuela donde ellos sean capaces de programarse a si mismos, donde puedan producir y compartir conocimiento junto con el resto de sus compañeros. Una escuela que no se estanque y avance y mejore cada dia. Una escuela que no esté compartimentada en espacios cerrados con niños y niñas de la misma edad haciendo las mismas cosas en los mismos momentos.
Busco conseguir una escuela capaz de ofrecer espacios abiertos, preparados, cargados de materiales adaptados a sus necesidades reales. Una escuela capaz de integrar las nuevas tecnologías como un recurso más a su alcance, dejando la puerta abierta a todo aquello que ellos utilizan fuera de la escuela. Una escuela donde las matemáticas no sea una cosa que se aprenda de forma automatizada si no que esten cargadas de sentido, donde sean capaces de entenderse desde un principio el por qué. Una escuela capaz de dejar a sus alumnos y alumnas manipular a pesar de ensuciarse. Una escuela donde todo cobre sentido, donde los horarios sean flexibles y donde la carga de trabajo fuera de ella sea mínima. Si, una escuela sin deberes, porque ya tienen bastantes horas cargadas a sus espaldas como para tener que encima seguir trabajando fuera de ella. Una escuela que piense en sus necesidades físicas y psicológicas, y por ello entienda que fuera del horario escolar no es momento ni lugar para seguir haciendo deberes, deberes que muchas veces tienen que acabar haciendo otros, deberes que les impide disfrutar de un rato con sus amigos o amigas en el parque, deberes que les impiden disfrutar de su familia o simplemente de un rato agradable de lectura en el sofá. Una escuela que no mate la creatividad, que no se cargue el interés y la emoción por la lectura. Una escuela capaz de favorecer la escritura espontánea y creativa desde bien pequeños sin machacarlos por las faltas que cometen ni obligarlos a hacer hojas y hojas de caligrafia para mejorar una letra que no consideramos bonita o atractiva. Una escuela que se preocupa por lo que le pasa a sus alumnos y alumnas, por escuchar a las familias, por abrirles las puertas y dejarlas entrar, por dejarlas decidir y abrirles cauces activos y reales de participación.
Busco lograr una escuela capaz de fomentar el aprendizaje cooperativo en lugar de la competitividad dentro del aula. Una escuela de todos y todas, para todos y todas, abierta al acceso de cualquiera sea cual sea su procedencia, su nivel cultural o su nivel adquisitivo… En fin, trato de construir una escuela distinta.
¿Ya lo he logrado? ¡NO!
De eso estoy convencido, porque no se trata de llegar y encontrar la escuela ideal o la escuela de laboratorio. Se trata de construirla y creo que estamos en buen camino. Creo que he tenido la suerte de encontrar y caer en una escuela capaz de plantearse dudas, tratar de resolverlas y tratar de investigar, en fin, una escuela que es capaz de aprender y mejorar. Una escuela abierta al cambio y abierta a las familias. Una escuela capaz de transformar su entorno y transformarse a si misma. Una escuela capaz de escuchar a los demás y capaz de escucharse a si misma. Una escuela donde las únicas barreras son las arquitectónicas y que parece que algún dia podria llegar a cargárselas.
Dejé de buscar hace un tiempo y desde ese mismo instante trato de construirla, sea cual sea mi situación o la de mi escuela, sea interino, maestro definitivo o del equipo directivo. Podemos construirla para un solo año o para toda la vida. Lo importante es crear el presente de nuestra escuela, por y para nuestros alumnos y alumnas. Ahora mismo, me encuentro construyéndola, con muchas dudas, con muchos errores, pero con la inmensa alegría de tener la oportunidad y la ilusión de hacerlo, de no haberme dejado llevar por la desidia. Me encuentro feliz por donde estoy y por lo que hago, con mucha faena por delante pero estoy convencido de que es posible lograrlo.
¿Y tú, donde te encuentras? ¿Sigues buscando una escuela? ¿Cómo es la escuela que tu buscas? ¿Y si dejamos de buscar y empezamos a crearla y transformarla? ¿Te apetece compartir cual es tu experiencia?
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