Desde hace ya unos cuantos años, trato de sentarme y tratar de reflejar en una hoja almenos la escuela que quiero, pero todavía hoy, no lo he conseguido. Realmente, en este proceso he aprendido muchísimo, y eso me alegra, y a pesar de todavía hoy no saber que es lo que quiero si se lo que NO quiero.
Tuve la oportunidad hace 3 o 4 años de poder charlar y escuchar a Jose Ramón Flecha, gran defensor y potenciador de las Comunidades de Aprendizaje. Desde ese dia, empecé a soñar con que eso se podria hacer realidad en nuestro dia a dia, en todos y cada uno de nuestros centros escolares, fuere cual fuere sus inquietudes, necesidades o situaciones, las Comunidades de Aprendizaje siguen respetando la individualidad y características de cada centro junto con su entorno. Desde este dia, suño y resueño siempre lo mismo, el dia en el que en mi cole, conjuntamente, podamos empezar la fase del sueño, fase en la que compartir todos y cada uno de los que formamos la comunidad educativa aquello que nos gustaría para la escuela en la que nos encontramos. Un sueño realmente compartido y vivido por todos y todas, donde realmente, todos y todas tienen el hueco que se merecen y todos y todas sin excepción alguna, SON ESCUCHADOS.
Desde ese dia empecé a leer y releer sobre Aprendizaje dialógico, trabajo cooperativo, grupos interactivos, feminismo dialógico, pedagogia crítica y por supuesto, Comunidades de Aprendizaje, que sin duda, recogen todo lo anterior. A dia de hoy, todavía no entiendo porque somos tantos los centros que nos hacemos los sordos y los ciegos ante estos proyectos, proyectos que dejan de ser utopía para hacerse realidad, proyectos que realmente estan dando frutos y que a nosotros, tanto que nos gusta copiar, no entiendo porque nos empeñamos en copiar solo lo malo 🙁
Quizás ser partícipe de una Comunidad de Aprendizaje, sea algo más que cumplir con el simple horario, atender a los padres y madres dentro del horario marcado y previa cita, claro está. Tal vez nos exiga algo más de nosotros y nosotras mismas, que realmente, no se si muchos estamos dispuestos a dar. Cuando sigues leyendo, y observas que todos, en una comunidad de Aprendizaje, tienen el mismo valor, a pesar de estar formados o no, su opinión, sus ideas, sus preocupaciones, son escuchadas y valoradas como cualquier otra. Centros donde la gente del barrio entra y participa de forma altruista en la dinámica del dia a dia en el centro, y todos y todas ellas, con una sonrisa en la cara, sacrificando tiempo personal de cada uno y cada una…
Y yo me pregunto… ¿sueño solo?, o ¿quizás algun dia ese sueño sera compartido por más gente de mi centro? Sólo quiero soñar, pero no SOLO. Las Comunidades de Aprendizaje exigen un compromiso, compromiso que nos da realmente miedo a un gran número de profesorado y que no estamos muchas veces dispuestos a superar.
¿Os apetece soñar? Soñemos nuestro centro ideal, soñemos nuestro propio cambio, invitemos a soñar y compartamos nuestros sueños con los demás. Gracias por dejarme soñar una vez más a vuestro lado!