En un sinfín de ocasiones tenemos la oportunidad de plantearnos que es lo que nos deparará el futuro pero sin plantearnos que es el presente quien generará nuestro futuro.
Se que no es facil levantarse por la mañana y ser feliz, levantarse y ser capaz de sonreir, levantarse con ganas de ir a trabajar, ir a aprender y disfrutar de la posibilidad de compartir la experiencia de crecer juntos con niños y niñas que tan solo quieren crecer, crecer y aprender en harmonía, harmonía que no hacemos más que quebrantarla con nuestras pocas ganas, nuestra histeria o nuestras pocas expectativas hacia ellos y ellas.
No acabo de entender el planteamiento de la frase: «Carne de cañon», «No hay nada que hacer», «Si no quiere trabajar que no haga nada y que no moleste», «Si pudiera lo enviaba a otro lado»… Me cuesta muchísimo entender como podemos llegar a estos puntos, y a pesar de todo, decir que nos gusta ser profesores. Creo que hacemos mucho daño en el momento que llegamos a tal pesimismo. Pero a pesar de todo, creo que como ya dije en el post anterior, las cosas pueden cambiar y lo vamos a cambiar.
Por suerte, este fin de semana he tenido la suerte de compartir con unos chavales y chavalas encantadoras una actividad con la dinámica de la ventana de Johari, y realmente he podido aprender muchas cosas. Y en gran parte, gracias a esos niños y niñas de entre los 14 y 16 años, que me han aportado ilusión, alegría, esperanza, emociones, sensaciones únicas… GRACIAS!
Creo que es importantísimo conocerse primero a uno mismo para ver cuales son nuestras debilidades, asumirlas y partir de ahi para cambiarlas, y luchar contra todo aquello que nos hace ver el vaso medio vacio. No podemos cambiar la sociedad que nos envuelve si no ayudamos y guiamos a nuestro alumnado para conseguir que realmente sean capaces de decidir, criticar, seleccionar, compartir, soñar, es decir, les hemos de enseñar todos aquellos valores que descarta la sociedad en la que viven… Es importante que tratemos de ver todos y cadauno de los avances que hacen a diario, porque solo así, tanto nosotros como ellos seremos capaces de ver un futuro esperanzador, y esto será lo que nos animará a seguir luchando, a seguir trabajando por un mundo más justo y mas solidario, y todo ello partiendo de un cambio en nuestro sistema educativo. Si cambiamos este sistema y somos capaces de generar nuevas formas de educar, sin duda generaremos algo increible, una sociedad capaz de querer, capaz de sentir, capaz de soñar, compartir y disfrutar del mundo que les rodea, una sociedad capaz de proteger al más desfavorecido, de luchar contra todo tipo de desigualdades, capaz de decir no a toda discriminación, sea cual sea el motivo, y lo mejor de todo, una sociedad capaz de decidir por si misma. No podemos pretender «educar para la democracia mediante una clase totalemente autoritaria donde el mayor poder de elección y participación está en la elección del delegad@».
Ha llegado el momento de hacer un esfuerzo, el esfuerzo de cambiar nuestra forma de ver el mundo que nos rodea, de ver nuestro trabajo como profesores como un trauma y un suplicio, tachando los dias en el calendario… Ha llegado el momento de disfrutar cada dia con nuestra tarea, tarea increible y fascinante, tarea en la que cada dia es diferente y está lleno de nuevas emociones, tarea que nos permite ser participes de un mundo nuevo, y nos permite disfrutar viendo los progresos tan increibles y fascinantes como los que viven nuestros alumnos y alumnas. Hagamos el esfuerzo de disfrutar cada dia esta oportunidad tan increible que nos brinda la vida, la oportunidad de ser
maestr@s y de soñar cada dia, junto al resto del claustros, todos los alumnos y alumnas, todos los familiares y gente del barrio, una ESCUELA NUEVA, una escuela capaz de soñar cambios, de soñar un mundo nuevo y de hacerlo visible en su pequeño entorno, compartiendo, dialogando, luchando, sonriendo…
Adelante, todos podemos, YO VEO EL VASO MEDIO LLENO… y TÚ?