Desde luego, una cosa si tengo clara, y es que disgregar no es la mejor opción, pero si sus maestros, por la razón que sea, no se ven capaces de tener al niño o niña dentro del aula y dentro de la dinámica de su aula, lo mejor será que salgan el mayor número de horas al dia para que pueda al volver en el menos tiempo posible a su grupo de referencia.
El aula de acogida, debe ser un aula plural donde compartan inquietudes, intereses y motivaciones, a pesar de tener edades diferentes, un lugar donde poder usar el idioma y aprenderlo de la forma más natural posible, sin pretender el adquirir el conocimiento del lenguaje si no adquiriendo aquello básico que pueda permitir su pleno desarrollo en el resto de áreas.
¿Que trabajo utilizar dentro de este aula? Está claro que el sistema de fichas o libros de texto no es la solución. Hay que buscarle un significado y una necesidad, cuando realmente ellos necesiten utilizar el idioma tendrán la motivación suficiente para aprenderlo. Por lo tanto la metodologia ha de ser la mas activa y vivencial posible, basando su aprendizaje en el trabajo por rincones, por proyectos, con huerto escolar, nuevas tecnologias dentro del aula… es decir, actividades basadas en sus necesidades, inquietudes e intereses.
Pero, realmente, ¿Todo esto es posible? Y en caso de iniciar la lectoescritura con alguno de ellos… que metodologia utilizar, tiene sentido el m-a maaaaaaaaaaaaaaa i el m-e meeeeeeeeeeeeeeeee. Repetir trazados sin sentido y formar palabras de manera silábica que no significan nada para ninguno de ellos.
No se, son muchas dudas las que me asaltan, pero sobre todo algo de miedo por no saber si seré capaz de plasmar todo esto en la realidad y sabré llevarlo a cabo, pero por lo menos, de algo estoy seguro, que la mejor manera de aprender un idioma es utilizandolo y mediante la inmersión lingüística, y mucho más cuando son capaces de aprender el castellano en la calle, y solo les quedaría por aprender el valenciano.
La cuestión es cogerlo con animo y pensando siempre en los niños y niñas que están ahi, escuchandolos y valorándolos como se merecen, como personas que son y poniendo a su alcance todo tipo de materiales que pueda favorecer su pleno desarrollo a nivel integral y no basandose solo en asimilar conceptos lingüísticos y matemáticos sin sentido alguno, sin entender lo que hacen ni lo que dicen.
Esperemos que las cosas puedan cambiar…